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Florecer

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Nos tomamos de las manos.
Aquí estamos.
Nos conectamos.
¿Cuál es mi danza hoy?


Me muevo para escucharme
para escucharte.
Es la nina shunku, el corazón de fuego.
Es la tierra que vibra
y el agua viajera,
las alas que salen del corazón y vuelan la vida.


Reverdecer es ver, verte, verme, verde.
Es gratitud.
Es volver a sentir.
Es oler los pensamientos y acariciarlos.
Es conectar.
Re-verde-ser. Es eso estoy. En eso estamos.

Se relaja la mirada
y aparece un cuerpo masa que late, pulsa y suelta la intención
.
Rodea y rueda
una danza de los olores
.
La lluvia se posa en el pelo
mientras le acaricia el viento.

Brotar.jpeg
Brote.jpeg

Caminata en la noche
Caminar en la oscuridad
es sentir las texturas del camino con los pies
y así, aprender a ver con ellos.

Fede me sembró y tomo esta foto.jpeg
La planta que me encontró y acaricio para leer el oráculo .jpeg

Nos tocamos,

las romero se acarician, se huelen,
se acompañan
se entregan al placer.
Guatavita está en el agua que me rosa
y en la planta que me acoge.
Guatavita es el agua
y el sol que se siembra
en los cuerpos que viven.
Inhalo y exhalo
mientras los intestinos
buscan espacio.
Busco el sol, la fotosíntesis, el florecer.
Una danza profunda, intensa, chiquitica.
Una danza grande, muscular, arrebatada, animal.
El frío pinta la piel
como agua de páramo,
el sol la acaricia y se posa como el rocío de la mañana.
Mi abuelo es ese romero,
y esa planta,
muchas vidas renacientes.

Regalos que recibí.jpeg

Volver a ver en la oscuridad
mientras cierro los ojos
caminando en la compañía
de las texturas del suelo.
Rodando, rozando, rodeando.
Me encuentro encontrándonos en una danza transespecie.
Las plantas y las flores me ponen a tropicar.
Me hundo en la tierra y toco los astros.
Bailo como el agua de Guatavita
y me entrego a la amorosa fotosíntesis de encontrarnos reverdeciendo.
Huelo el romero y regalo el rocío,
nos hacemos danza vegetal y volvemos a lo biocéntrico.
Esto es ficción, es semilla y conspiración.

Siga a la izquierda y baile, que estamos en brote.

Regale el rocio.jpeg
Renacer del fuego.jpeg

Sentir la danza de la vida vegetal,
es bailar la vida
desde el gozo meneante
del tiempo y el cuidado.
Las plantas y la vida
que me encontraron en este MovimientoBog
me han enseñado que lo que cultiva y reverdece
proviene del tiempo, la atención, la escucha y el amor.
El cuidado y la ecología son una manifestación del amor
expresada en la potencia de sembrar, regar y amar.
No se trató de reconocer la importancia de lo transespecie,
fue tactar, vivenciar, acontecer transespecie.
Acontecer verbos...
Terrar, corazonar, plantar,
sembrar, escuchar, amar, bailar, acariciar, tropicar.
Fue un cambio de prácticas, de danzas que nacen
mientras otras se marchitan.
Deje de tomar el sol y empecé a fotosintetizar.
Si estaba muy volátil y necesitaba a-terrizar,

iba a- terra, me sembraba en la tierra.
Pasé del baño al riego.
Converso,
ya no desde afuera del paisaje, sino profundamente dentro de este.
Plantas, animales, aire, agua, sueños, todos conversamos.
Resisto, no quiero ir rápido,
quiero soltar, parar, hacer menos, necesitar menos.
detenerme y respiraaaaaar.
Un momento de plantar,
y regalarme la oportunidad de cerrar los ojos
para verte, verme,vernos.
Lo más revolucionario de esta danza
es que está hecha con tiempo y atención
y ese cultivo amoroso
precisa de decisión para existir.
El regalo reverdeciente ha sido, insisto,
dedicarnos tiempo y atención,
porque ese gesto amoroso de cuidado,
siembra, escucha, caricia,
permite este tropismo básico de la existencia:
-Hundirnos en la tierra es elevarnos hacia el sol-

La danza vegetal.
La danza biocéntrica de la vida.
La danza verde y reverdeciente
de una ciudad imaginada gris.
La danza ancestra
que nos recuerda que somos sábana,
que Suba- Súa y Chía son nuestros astros,
y que bacatá no es solo un tiempo pasado.
Las madres aguas como Guatavita
y la tierra que nos sostiene
son siembra de una danza del tiempo no lineal.
La vida que acontece no es solo humana
ni solo vida, también muerte.
La danza coexistente, transespecie, atemporal, multiversa.

La danza radical que mantiene el rodeo, rodamiento, rozamiento cíclico.
La danza que gira y acerca, que siente, que es presencia.
La danza del futuro es esta danza rebelde y amorosa
que sale de fiesta cuando nos detenemos a tactar al aire, el agua, el sol, la tierra.
Esta insurrecta cuando CUIDAMOS en una ciudad del despojo,
cuando marcamos otras pautas del movimiento, otras coreo políticas de la existencia
misma.
La danza del futuro es verde, reverdeciente, florece, se planta, maulla, cacarea, hace
fotosíntesis y ama.

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Verde-ser.jpeg
El oráculo .jpeg
Por Gigi
Ingrid Terreros
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